¿Qué es la fatiga emocional y por qué se le llama el síndrome silencioso?

  • Definición de la fatiga emocional: Este término consiste en la sobrecarga emocional que podemos sentir en alguna ocasión de nuestra vida. Puede originarse por diversos problemas de vida que van afectándonos día a día y que al final nos saturan, el hecho de que no se identifique y que lo llamen como un síndrome silencioso, se debe a que vamos acumulando mucha carga emocional y al final eso acaba por fatigarnos cuando todo explota.
  • Silenciosa, pero frecuente: Esto puede deberse a ciertas razones que hacen que esta fatiga emocional pase desapercibida, como puede ser la presión social, que nos hace, en muchas ocasiones, no pedir ayuda o no decir lo que nos molesta realmente. Por no hablar también de como se ha normalizado el estrés cotidiano en nuestra vida, algo que hace que traguemos más fatiga de la que debiéramos en muchas ocasiones. 

 

 

Señales y síntomas de la fatiga emocional

  • Cansancio constante y falta de energía: El agotamiento mental puede afectar a nuestra rutina diaria ya que ese cansancio constante y falta de energía nos acabará influyendo. 
  • Desgaste mental y dificultad para concentrarse: El cerebro puede llegar a verse afectado por esta emocional y puede presentar bloqueos o ‘’niebla mental’’. 
  • Irritabilidad y apatía: Naturalmente que la fatiga emocional pasará factura a nuestro estado de ánimo, por eso pueden aparecer en nosotros sentimientos de irritabilidad y apatía, debido a que no estamos bien emocionalmente y el cuerpo y nuestra cabecita nos va dando avisos.  
  • Sensación de sobrecarga y desbordamiento: La acumulación de tareas y problemas puede desencadenar esta fatiga.  

Causas y factores que contribuyen a la fatiga emocional

  • Sobrecarga laboral y personal: En ocasiones la elevada autoexigencia junto a la cultura de la productividad, por encima de todo, acaban influyendo negativamente en nosotros y causando este agotamiento mental que estamos comentando.  
  • Estrés crónico y presiones sociales: Somos seres sociales, no me cansaré de repetirlo, por eso, es posible que las exigencias externas, como puede ser el trabajo, la familia, la presión social puedan generar en nosotros un estrés continuo.  
  • Exposición constante a pantallas y redes sociales: El tema de las pantallas y la hiperconectividad de nuestros días puede afectar a nuestra salud emocional ya que su exposición constante nos puede agotar tanto física como mentalmente.  
  • Falta de límites y autocuidado: Cuando no tenemos espacios de descanso, ni nos permitimos desconectar estamos contribuyendo a que el agotamiento haga su aparición de manera poco deseada en nuestras vidas.  

Diferenciando la fatiga emocional de otras condiciones

  • Fatiga emocional vs. depresión: Este apartado es muy importante, ya que no es lo mismo la fatiga emocional que la depresión, ya que la depresión cuenta con una duración específica de los síntomas, acompañado de una tristeza profunda o pérdida de placer, entre otros.  
  • Fatiga emocional vs. ansiedad: Aunque a veces se parezcan mucho, hemos de diferenciar la ansiedad que lleva consigo un estrés excesivo y una preocupación crónica, del mero agotamiento emocional. 
  • Burnout laboral vs. fatiga emocional: Entiendo que cuando estemos quemados, podamos pensar que nuestro problema es de burnout laboral, pero este burnout laboral como su nombre indica es cuando está relacionado con el trabajo, la fatiga emocional puede abarcar varias áreas de nuestra vida, más allá de la laboral.  

Estrategias para prevenir y combatir la fatiga emocional

  • Practicar la atención plena y el autocuidado: Dentro de este apartado de atención plena y autocuidado podemos encontrar técnicas de mindfulness, meditación y relajación que pueden ayudarnos a reducir la sobrecarga mental.  
  • Establecer límites saludables: A la hora de poner límites, haremos especial énfasis en el noble arte de aprender a decir ‘’no’’ y también a darle la importancia necesaria a poder y saber delegar tareas para no saturarnos.  
  • Ejercicio físico y hábitos de sueño: Hacer ejercicio de manera regular y contar con un descanso reparador puede ayudarnos a equilibrar la mente, ya que estos dos factores, solemos ignorarlos bastante a menudo 
  • Planificación y organización del tiempo: Sucede que a veces, la causa de nuestra fatiga emocional viene por una mala planificación y organización del tiempo, por eso, usar agendas o aplicaciones de gestión de tareas, sería una buena herramienta, eso sí, hay que darles uso, no solo comprar la agenda o bajarse la app.  

La importancia de buscar ayuda profesional

  • Cuándo recurrir a un especialista: Es importante que vayamos al psicólogo cuando este tema veamos que nosotros mismos no podemos gestionarlos, mi consejo es que vayamos cuanto antes, pero, aunque haya explotado todo ya, ven igual y trataremos de darte las herramientas que necesitas.  
  • Tipos de tratamientos y terapias: Para este motivo de consulta como puede ser la fatiga emocional se recomendable la terapia cognitivo-conductual, ya que mediante este tipo de terapia trabajaremos tus pensamientos y tus emociones para lograr ese equilibrio que puede que ahora eches en falta.  
  • Red de apoyo y recursos: Más allá de la ayuda profesional, también puede servirnos de apoyo contar con un buen grupo de amigos y familiares que quieran escucharnos y ayudarnos sin juzgarnos. Ante todo, sería recomendable no buscar aislarse, aunque sé que la tentación es grande.  

Recuperando la energía emocional: un proceso gradual

  • Ser paciente contigo mismo: Tengamos paciencia, los problemas emocionales suelen tener mucho recorrido antes de ser tratados y por eso no se van a solucionar yendo dos veces al psicólogo, por norma general. Así que para nuestra recuperación y mejora confiemos en los profesionales y en el tratamiento.  
  • Adoptar nuevos hábitos y mantenerlos: Es importante aprender a cuidarse, poner límites y sobre todo mantenerlos, debemos ser constantes con nuestros cambios si queremos que estos tengan efecto y sean duraderos en el tiempo. 

 

  • Mensaje de esperanza y motivación: Entiendo que habrás leído mucha información aquí y que puede que te agobie, pero esto es un proceso, hay tratamiento para esto que te pasa y desde la psicología podemos ofrecerte la ayuda que necesitas, solo te pido que confíes en tu terapeuta y que hagamos el tratamiento, hay salida, aunque ahora puede que aún no la veas.