¿Qué es el duelo no resuelto y cómo se diferencia del duelo normal?
Explica qué es el duelo no resuelto o duelo complicado, diferenciándolo del proceso de duelo natural. Menciona las señales que indican que una persona no ha podido elaborar su pérdida de manera saludable.
Todos en alguna ocasión de nuestra vida hemos pasado por ese difícil trance del duelo, el duelo es tener que despedirnos de algo o alguien contra nuestra voluntad, causando un dolor emocional en nosotros.
El duelo natural es cuando, como he dicho antes, tenemos que despedirnos de ese ser querido o de ese objeto que no queremos, pero que por circunstancias de la vida tenemos que hacerlo, esto es un proceso natural y nos ocurrirá varias veces durante nuestra vida. La perdida de un familiar o tener que irnos a otro país, puede ser un proceso de duelo natural.
En cambio, el duelo no resuelto o duelo complicado es ese proceso en el que no logramos superarlo después de un tiempo y este dolor se nos enquista dentro, afectándonos gravemente a otras facetas de nuestra vida. Cuando esa perdida de un ser querido, por ejemplo, nos sigue arrastrando mentalmente y nos cuesta rehacer nuestra vida pasado un tiempo.
Síntomas de un duelo no resuelto: ¿Cómo saber si sigues atrapado en el pasado?
Lista las señales más comunes de un duelo no resuelto, como la dificultad para aceptar la pérdida, la tristeza persistente, la evitación de recuerdos, la culpa excesiva y el impacto en la vida cotidiana.
Dificultad para aceptar la perdida: Entiendo que después de procesar la noticia, con el autocuidado y después de retomar la vida, podemos ir poco a poco adaptándonos a la nueva realidad. Pero sucede que a veces tenemos dificultad para integrar este nuevo evento en la vida y es ahí donde aparecen duelos no resueltos.
Tristeza persistente: Totalmente comprensible que después de un suceso poco deseado como el duelo, aparezca esa tristeza, al ser una emoción básica en nosotros. Pero cuando esto se prolongue mucho en el tiempo y veamos que todo sigue igual o que incluso empeora, es cuando al igual estamos cursando un duelo no resuelto.
Evitación de recuerdos: Este es otro tema espinoso y es que hay personas que, tratando de protegerse, evitan evocar en su cabeza recuerdos de aquello que perdieron y por lo que están cursando un duelo. Y es que nuestra mente se cansa al querer evitar pensar en algo y esto causa un desgaste que nos puede pasar factura a medio-largo plazo.
Culpa excesiva: Muchas veces cursamos un duelo no resuelto porque puede que en nuestra cabeza nos falten muchas piezas del puzle y esto haga que le demos demasiadas vueltas a todo y que a su vez, afloren en nuestros pensamientos sentimientos profundos de culpa, la culpa es uno de los temas más tratados en consultas, ya que si esta no se trata, puede llegar a ser un bucle infinito que nos haga sufrir.
Impacto en la vida cotidiana: Que tengamos un duelo no resuelto hará que emocionalmente estemos afectados, algo que puede que nos salpique a otras esferas de nuestra vida, como el entorno laboral, académico y/o personal.
Cómo un duelo no resuelto afecta la salud mental y emocional
Explica cómo el duelo no elaborado puede contribuir a la ansiedad, la depresión, la falta de motivación, la irritabilidad o el aislamiento social.
Cuando cursamos un duelo no elaborado, un duelo incompleto, esto puede afectar a nuestra salud mental y emocional, como he comentado antes.
Y es que pueden aparecer en nosotros la ansiedad, la depresión, la falta de motivación, la irritabilidad o el aislamiento social, por citarte algunos. De ahí, la importancia de acudir a la consulta del psicólogo cuando veamos que estamos estancados en este tema, ya que si no lo trabajamos, es seguro que el problema se mantendrá o se hará más grande.
El impacto del duelo no resuelto en las relaciones y en la vida diaria
Describe cómo el duelo no procesado puede generar dificultades en la comunicación, conflictos familiares, problemas de pareja y dificultades para establecer nuevas conexiones emocionales.
El duelo no resuelto, como comenté anteriormente, acabará por afectarnos a otras esferas de nuestra vida diaria, ya que este proceso puede generar dificultades en la comunicación, como pueden ser conflictos familiares, problemas de pareja y dificultades para establecer nuevas conexiones emocionales.
Es habitual que cuando experimentamos un proceso de duelo, haya personas que tiendan a aislarse, también haya otras que estén más crispadas o irritables. Al final, vivimos en sociedad y estamos rodeados de personas, esto puede causar que al no estar bien regulados emocionalmente no estemos tan lucidos o abiertos a los demás, algo que puede generar cierta distancia con los otros. Por eso, es importante abordar este tema, para no causar, sin quererlo, fricciones con nuestros seres queridos más cercanos.
Factores que pueden dificultar la resolución del duelo
Explora las razones psicológicas y emocionales que pueden hacer que una persona quede atrapada en el duelo, como:
- Relación no resuelta con la persona fallecida:
- Circunstancias traumáticas de la pérdida.
- Falta de apoyo emocional adecuado.
- Creencias personales sobre la muerte y la pérdida.
A continuación, te voy a exponer unos factores que estaría bien que pudiésemos analizar:
- Relación no resuelta con la persona fallecida: Es habitual en estos casos, que la persona doliente se haya quedado con algo dentro, con algún capitulo pendiente que querría haber sacado. Por eso, es tan importante acudir a terapia para lograr deshacernos de ese nudo que tanto nos aprieta.
- Circunstancias traumáticas de la pérdida: Cada caso y cada duelo es un mundo, por eso uno de los factores que tenemos que analizar son las particularidades de cada caso, para poder abordarlo de la manera más cuidadosa y respetuosa posible.
- Falta de apoyo emocional adecuado: En situaciones difíciles como las que estamos analizando con estos casos, en ocasiones ocurre que la persona doliente nota que no cuenta con el apoyo emocional adecuado que necesita, o bien porque las otras personas no saben que decir o bien porque no logran entender el dolor de la persona doliente.
- Creencias personales sobre la muerte y la pérdida: Este es un factor muy personal y es que nuestro sistema de creencias entorno a como interpretamos y vemos la muerte y la pérdida, influirán en gran medida al proceso de duelo que estemos cursando.
Estrategias psicológicas para procesar un duelo no resuelto
Ofrece herramientas prácticas para ayudar a gestionar el duelo, como:
- Aceptar la pérdida como parte del proceso natural de la vida.
- Expresar las emociones sin miedo a la vulnerabilidad.
- Construir rituales simbólicos para despedirse.
- Reestructurar pensamientos negativos sobre la pérdida.
A continuación, os expongo una serie de estrategias para este tema, pero como siempre os digo, esto son únicamente unas estrategias generales, lo mejor que puedes hacer es pedir cita con tu psicólogo y abordar en consulta con el profesional lo que te pase, siguiendo un tratamiento pautado para ti.
- Aceptar la pérdida como parte del proceso natural de la vida: Esto es un proceso complicado, entiendo que vendrán a ti emociones como rabia, ira, tristeza, es habitual debido a lo doloroso de la situación, pero no deja de ser un proceso natural de la vida, aunque ahora lo veamos como algo insalvable.
- Expresar las emociones sin miedo a la vulnerabilidad: No digo que vayas clamando a los cuatro vientos tus desdichas emocionales, no es necesario, pero sí que es bueno expresar las emociones que sintamos, desahogarnos con nuestros seres queridos y nuestro psicólogo. Tenemos mucho que sacar adentro nuestra.
- Construir rituales simbólicos para despedirse: Es bueno despedirse, hacer algún ritual, acordarnos de la persona. Escribir una carta, poner unas velas en una iglesia, hacer algún homenaje como algún acto o algún viaje especial, lo que te pida el cuerpo y con lo que te sientas cómodo. El ser humano necesita cerrar el círculo, despedirse, es algo habitual en nosotros.
- Reestructurar pensamientos negativos sobre la pérdida: Este es el trabajo más grande que tenemos los psicólogos, trabajar contigo tus pensamientos negativos sobre la pérdida que has sufrido. Esto nos llevará tiempo, ya que es posible que muchos lleven estancados dentro nuestra por años e incluso que muchos de ellos nunca los hayamos parado a analizar. Ármate de paciencia y confía en tu psicólogo, es un proceso duro pero vale la pena trabajarlo.
El papel de la terapia en la gestión del duelo no resuelto
Explica cómo el apoyo profesional puede ayudar a comprender y elaborar el duelo de manera saludable. Destaca enfoques terapéuticos como la terapia cognitivo-conductual y la terapia de aceptación y compromiso.
Desde la psicología de corte cognitivo-conductual podremos darte el mejor tratamiento para abordar tu duelo, ya que este tipo de psicología es la que cuenta con mayor aval científico y estudios, además de que mediante sus herramientas trabajaremos tus emociones y tus pensamientos para lograr volver a recuperar nuestra mejor versión.
Sé que me dirás que hay personas que han superado duelos sin ir al psicólogo, sí, eso pasa y es una opción. También está la otra opción, la de personas que se les enquistan sus pensamientos y emociones y necesitan una ayuda, no te avergüences por ir al psicólogo, es algo bueno y normal, como es ir al dentista, al fisioterapeuta o acudir al médico cuando nos duele algo.
Ejercicios y hábitos para avanzar en el proceso de duelo
Sugiere actividades que faciliten la elaboración del duelo, como la escritura terapéutica, la meditación, la actividad física y el fortalecimiento de redes de apoyo.
Existen ejercicios y hábitos que nos pueden ayudar a enfrentar el proceso de duelo, como siempre os digo, estos no sustituyen a un tratamiento pautado y personalizado por un profesional de la psicología. Pero igualmente, voy a compartirte unos cuantos ejercicios.
-Escritura terapéutica: Es bueno aprender a desahogarse y a soltar, hay personas a las que escribir les ayuda a liberarse, pruébalo por si esta técnica va contigo, he tenido pacientes que esto les desahoga mucho, pero luego he tenido a otros que les agobia ponerse a escribir sobre sus asuntos.
-Meditación: Al igual que lo anterior, hay personas que meditar les ayuda a encontrarse a si mismo y lo encuentran como un espacio de paz, en cambio también hay personas que meditar les pone nerviosos. Prueba y averigua que es lo más apropiado para ti.
-Actividad física: Salir a caminar, retomar las clases de baile que querías, ir al gimnasio, hacer algún deporte en equipo son actividades que pueden ayudarnos a sentirnos bien y a encontrar de nuevo el equilibrio que necesitamos. Hacer ejercicio nos facilitará la desconexión que necesitamos.
-Búsqueda de redes de apoyo: Retomar hobbies que teníamos olvidados o que nunca hicimos, iniciar terapia con el psicólogo, volver a contactar con personas importantes que fuimos dejando de lado y un largo etcétera, son actividades que pueden ayudarnos. Dejémonos ayudar y tratemos de no aislarnos, ya que el aislamiento social ayuda más bien poco a cualquier problema que estemos cursando.
Cuándo buscar ayuda psicológica para superar un duelo no resuelto
Detalla en qué casos es recomendable acudir a un psicólogo, como cuando el duelo interfiere significativamente en la vida diaria, hay síntomas de depresión o ansiedad intensos, o la persona siente que no puede seguir adelante.
Cuando el duelo interfiera significativamente en nuestra vida y aparezcan síntomas de depresión o ansiedad intensos, es señal de que nos hace falta pasar por consulta. Al igual que cuando veamos que no podemos seguir adelante, acudir al psicólogo nos liberará de esa carga que puede que estemos llevando en silencio durante mucho tiempo.
Un duelo no resuelto puede traernos consecuencias poco deseables, por eso, es fundamental aprender a pedir ayuda y dejarnos ayudar. El duelo se puede trabajar, ese equilibrio emocional que ahora no tienes puedes aprender a tenerlo. Puedes aprender a mejorar.
Aprender a vivir con la pérdida: Cómo encontrar sentido después del duelo
Cierra el artículo con una reflexión sobre cómo honrar la memoria de la persona fallecida sin quedarse atrapado en el dolor, resaltando la importancia del crecimiento personal y la reconstrucción emocional.