Aclara si lo que experimentas es una preferencia natural por la calma o un mecanismo de defensa ante el miedo social.
Muchas veces pensamos que ser una persona tímida, introvertida o con evitación social es lo mismo, pero la realidad es que no, aunque todas estas características sean profundamente similares entre sí.
Ser introvertido es un rasgo de la personalidad, no es un trastorno de salud mental como si lo que es la evitación social ligada a la ansiedad. Todos necesitamos de la soledad en algunos momentos para poder desconectar y esto no es malo, el problema viene cuando evitamos a las personas de nuestro entorno y eventos sociales por temor a las consecuencias negativas. De ahí viene la gran diferencia entre ambas.
¿Qué es la introversión?
Describe esta característica de personalidad de forma precisa y sin estigmas.
Rasgos comunes de una persona introvertida
Suelen parecer personas calladas, tímidas
No suelen hablar abiertamente de sus emociones
Les puede llegar a costar coger confianza con las personas
No buscan destacar en grupos grandes
Son muy reservados con sus cosas
Sus grupos sociales suelen ser muy reducidos, tipo tener uno o dos amigos y ya está
Diferencias entre introversión y timidez
Básicamente, la persona introvertida es reservada per se, está cómoda siendo así, le gusta la soledad e indagar en su mundo interior, la persona introvertida no ve esto como un problema, sino que encuentra confort en esa manera de ser y de interactuar con el mundo.
En cambio, la persona tímida, muchas veces quiere interactuar, pero no puede o lo hace por vergüenza, por pensar que le pueden rechazar o que puede incomodar. La persona tímida experimenta miedo, ansiedad, malestar. En cambio, la persona introvertida no ve en su soledad o mundo social escaso algún inconveniente.
¿Es malo ser introvertido?
Para nada, ser introvertido es una característica de la personalidad. Yo en lo personal soy muy extrovertido y disfruto en reuniones sociales, dando conferencias o conociendo nuevas personas, pero entiendo que hay personas que prefieren no hacer esto y eso es totalmente respetable. No todo el mundo tiene que ser extrovertido, no es malo ser introvertido, solo que es un tipo de persona que al igual no llama tanto la atención a primera vista, como otros. Al final, una persona introvertida, puede estar a gusto con su soledad y su grupo de amigos reducidos.
¿Qué es la evitación social?
Explica la evitación desde una perspectiva clínica, ligada a la ansiedad o al miedo.
Síntomas y comportamientos típicos
Suelen darle muchas vueltas a un posible rechazo
Se sienten incomodos al conocer nuevas personas o interactuando en grupo
Los síntomas de la ansiedad se acentúan en el tema social
La persona que la padece se ve insegura, incapaz
Incluso puede llegar a pensar que los demás piensen o hablen mal de ella por ser así
Se produce un desgaste emocional, mental e incluso físico por esta expuesto a tanta tensión en el ámbito social
Causas comunes de la evitación social
Pensar demasiado en el qué dirán
Evaluar en exceso el comportamiento propio
Pensamientos catastróficos de abandono o rechazo
Sentirse inseguro hace que no nos veamos suficiente y pensemos que no somos validos socialmente
Relación con la ansiedad social o fobia social
Al final, cuando evitamos a las demás personas, en nosotros puede salir un sentimiento de ansiedad, una ansiedad anticipatoria que nos evite exponernos socialmente o ansiedad en el mismo momento que estamos ante un grupo de personas. Esa ansiedad es causada por penamientos anticipatorios que nos dicen que va a salir mal, que nos van a rechazar o que simplemente no vamos a estar cómodos y lo mejor para eso, es evitar, huir. De ahí puede venir cuando este problema se agrave, la fobia social. Donde habremos cogido fobia, miedo, angustia al simple hecho de relacionarnos con otras personas, por lo que de un problema aislado, se puede llegar a producir un trastorno psicológico, pero este trastorno psicológico se puede tratar, se puede abordar con la ayuda de un psicólogo.
¿Cómo diferenciar introversión y evitación?
Contrasta ambos fenómenos con criterios claros y ejemplos prácticos.
Motivación interna vs miedo paralizante
El introvertido lo es por que está cómodo siendo así, hay personas que prefieren pasar un sábado por la noche viendo una película en casa, jugando a videojuegos o leyendo un libro, en lugar de salir a bailar, ir a restaurantes llenos de gente o ir de bares. En cambio, cuando evitamos, en muchas ocasiones nos gustaría poder hacerlo, tenemos voluntad de hacerlo, pero tenemos un miedo paralizante que nos hace pequeños e inseguros y optamos por la via de evitar.
Pongamos un ejemplo:
A mi me gusta bailar, voy a clases, a sociales y a congresos, aunque también disfruto a solas en casa, también me gusta la gente y compartir momentos con mis amigos fuera de casa.
Si fuese una persona introvertida, quizás descartaría la idea de ir a congresos de baile donde voy a estar con muchas personas y bailaría en casa o en entornos muy muy reducidos.
Y si tuviese fobia social, aunque me encantase bailar y me gustaría hacerlo, tendría un temor dentro de mi que me impide hacerlo, aunque me encantaría, pero el temor psicológico sería más grande que las ganas de bailar.
¿Cómo me siento antes, durante y después del contacto social?
El introvertido puede tener una pila corta a la hora de interactuar, alomejor el plan de ir a cenar con los amigos le gusta, pero las copas y los bares que luego le acompaña a un sábado noche, quizás no le resulta nada atractivo. Es decir, interactúo, en mi entorno pequeño, y luego cuando la pila, la batería social se agota, me voy a casa.
En cambio, la persona que tiene fobia social, tiene un terror, un miedo a la simple idea de estar en un entorno social abierto, ya experimenta ansiedad anticipatoria, durante el momento que está con esas personas, si es que se decide a ir, lo pasa mal, está en tensión, no se ve cómodo y una vez llega a casa, se siente mal, incluso fracasado ya que se pone a pensar si los demás le han visto nervioso, si habrá dicho alguna tontería o simplemente, que habrán pensado los demás de él.
Autoobservación y señales clave
En la fobia social es muy común que la persona esté autoobservandose de manera extrema, es decir, analiza absolutamente todo, como le miraron esas personas, si dijo las palabras correctas, que habrán pensado los demás nada más llegar, si interrumpió a alguien. Una característica de la fobia social es ese profundo y concienzudo análisis que poco o nada ayuda, ya que muchas veces hacemos una montaña de un simple granito de arroz en nuestra cabecita.
¿Qué hacer si descubro que estoy evitando por ansiedad?
Ofrece orientación sobre cómo abordarlo y buscar ayuda profesional.
Técnicas de exposición gradual
Esta técnica la uso en consulta para abordar el tema de la fobia social, siempre será recomendable que esté pautada por un psicólogo colegiado con experiencia, dicho esto, voy a explicarte brevemente en qué consiste.
Básicamente es poco a poco ir enfrentándonos a eso que nos atemoriza, si nos da miedo ir a clases de baile por que pensamos que somos nuevos, que no sabemos nada y que se van a reír de nosotros, tendremos que poner de nuestra parte y dar el primer paso de ir a esa clase, aunque vayamos con miedo, eso sería un muy buen primer avance, por ejemplo. ¿Cuántas veces en la vida has hecho algo por primera vez y no has experimentado miedo?
Terapias recomendadas (ej. TCC)
La terapia cognitivo-conductual es la terapia con más validez científica, más estudios y la más eficaz para enfrentar este tipo de problemas.
Desde este tipo de terapia, vamos a intentar ayudarte analizando esas ideas que tienes preconcebidas del tipo: voy a fallar, no lo voy a hacer bien, se van a reir de mi y ese largo etcétera que ya sabes. Vamos a darte herramientas validadas, efectivas y personalizadas para ti, para que podamos enfrentar ese miedo que nos aterra en forma de evitación social.
Cuándo acudir a un psicólogo
Cuando veamos que este problema va a más. Si ya no queremos relacionarnos como antes, si sufrimos con el simple hecho de pensar en una reunión o quedada de amigos, si sentimos terror al pensar que vamos a tener que exponernos socialmente, ahí es el momento donde tenemos que abordar este problema. La evitación social tiene tratamiento y lo pueden encontrar en la psicología, déjate ayudar. No vale la pena seguir sufriendo lo que estás sufriendo, sabiendo que hay salida.
¿Está mal evitar situaciones sociales si me siento mejor así?
Reflexiona sobre el límite entre comodidad real y autoengaño que perpetúa el malestar.
Depende la situación. Busquemos el límite entre la comodidad real y el autoengaño que perpetúa este malestar.
Voy a ponerte un ejemplo que me pasó antes de ayer en consulta:
Una persona ha roto con su pareja, viven en la misma ciudad y me ha comentado que me gustaría no ver a esta persona, algo que se puede entender mediante el contacto 0 y el periodo de recuperación después a una ruptura.
Pero me comentó el otro día que sabía que su expareja iba a un concierto, mi paciente quería ir a ese concierto, pero sabiendo que va su ex, se lo está pensando.
Entiendo que lo fácil es evitar y quitarnos de problemas, pero vas a rechazar a algo que te gusta y que te hace ilusión por no ver a esa persona. Le he recomendado que vaya, si ve a su expareja, como no ha habido malos rollos, un saludo cordial y cada uno a lo suyo.
Piensa que, si tienes que evitar sitios donde vaya tu pareja, viviendo los dos en la misma ciudad, esto nos limitará la vida en gran medida.
Impacto de esta distinción en la vida diaria
Analiza cómo reconocer la diferencia puede mejorar la autoestima, relaciones y toma de decisiones.
Hay situaciones en la vida que nos vas a poder evitar, tendrás que tragar saliva, mirar hacia delante y seguir, aunque consideres que no estás preparado. Seguramente en todas las batallas que has tenido en tu vida, nunca te viste preparado, pero apechugaste y tiraste hacia delante.
Puedes evitar para tener una paz momentánea, pero la factura va a llegar a su cuenta corriente, lo quieras o no. Así que no nos escondamos, no evitemos, hay veces que hay pasar malos tragos, pero esto es la vida. Ni todo es color de rosa, ni vives en la calle de la piruleta.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Puedo ser introvertido y tener ansiedad social al mismo tiempo?
Sí, al igual que puedes ser una persona extrovertida y padecer actualmente ansiedad social. No por que seas tímido, abierto, alto o bajo, significa que no puedas padecer ansiedad social. Cualquier persona puede padecer ansiedad.
¿La introversión cambia con el tiempo?
No, no cambia con el tiempo, si quieres dejar de ser introvertido, puedes intentar cambiarlo con la ayuda de un psicólogo. Al igual que tengo a personas extrovertidas que quieren cambiar el ser tan abiertos, directos e incluso intensos con los demás. Puedes y estás en tu derecho de cambiar las cosas que no te gustan o quieras mejorar de ti.
Así que olvídate del tiempo, si fuese así, muchos problemas y preocupaciones se olvidarían con el tiempo y no es así. Ni la edad, ni el tiempo cambian cosas, lo que cambia son las experiencias que tengas y sobre todo, como tú te enfrentes a ellas.
¿Cómo se trata la evitación social?
Trabajando los pensamientos en consulta, con motivación de cambiar por nuestra parte y haciendo caso a nuestro psicólogo aunque no sea lo que queramos hacer, debemos confiar en él si queremos salir del pozo.
En consulta muchos pacientes míos ponen resistencia al principio, lo entiendo, estamos removiendo cosas que duelen, pero esa es la base para salir de la falsa zona de confort en la que estamos, así que luchemos. Tened confianza para abriros con el psicólogo, contadle todo y cuando os mandemos tarea, hacedla. Hay un problema, un problema que nos afecta y para hacer la tortilla que queremos, tendremos que romper un par de huevos, como dice el refranero popular español.
La evitación social, tiene tratamiento, pero tenemos que poner de nuestra parte nosotros, saber que vamos a sufrir en el proceso en el psicólogo, pero tienes que elegir: sufrir lo que estás viviendo ahora o sufrir un proceso para luego sanar.
Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana.
Es licenciado en Psicología y Máster en Psicología General Sanitaria por la
Universidad Católica de Valencia.Está especializado en el tratamiento de ansiedad, autoestima, duelo y depresión, con un enfoque basado en evidencia científica y adaptado a las necesidades de cada paciente.
Actualmente ofrece terapia presencial en Denia y atención online. Su trabajo se apoya en la empatía, la escucha activa y herramientas contrastadas de la psicología clínica.